miércoles, 31 de enero de 2018

DIOS ES AMOR



A Dios no le placen las cosas hechas por la

fuerza. Siendo Él, El Dios del amor,

 quiere que todo se haga por amor.

( S. Juan Bosco)

viernes, 26 de enero de 2018

DIOS ES ETERNO, EL ALMA ES ETERNA



                                     
                       Sólo te ama aquel que ama tu alma.
              
                                           ( Platón)

viernes, 19 de enero de 2018

MIRADA DE AMOR


La mirada de Jesús debía ser impresionante. En el evangelio encontramos algunos destellos de estos Divinos y  maravillosos ojos. Si los ojos son el reflejo del alma, a través de ellos podremos llegar a conocer los «sentimientos de Cristo Jesús»  para interiorizarlos y hacerlos propios. Y todos necesitamos ese cruce de miradas  pues en la mirada de Cristo se percibe la profundidad de un amor eterno e infinito que toca las raíces más profundas del ser. Es, por ejemplo, el caso del joven rico. Le debemos a  Marcos esta pincelada: «Entonces Jesús le miró con cariño». Captaron sus ojos la fuerza de su amor. Parece  imposible que aquel joven se le escapara a Jesús. Lo más probable es que el joven habría cerrado antes sus ojos.

                                                    


Seguramente que las miradas de Jesús y de Pedro se cruzaron muchas veces. Recordemos su primera mirada, lo dejó todo para seguir al MAESTRO. Pero hay una del todo particular, porque es la última y en una situación límite; la transmite sólo el evangelio de san Lucas. Pedro acababa de negar y renegar de Jesús... «En aquel momento, estando aun hablando, cantó un gallo, y el Señor se volvió y miró a Pedro, y recordó Pedro las palabras del Señor... Y, saliendo fuera, rompió a llorar amargamente

                                                         

La mirada de Dios es mirada amorosa, de protección y Compañía, atenta a la vida concreta del hombre. No estamos solos, ¡nunca estamos solos!, Dios nos mira y nos acompaña. Aunque se experimenten multitud, de decepciones,  de persecuciones, y uno esté solo tantas veces, sin la experiencia humana de sentirse arropado o comprendido por alguien, Dios está, Dios nos mira, Dios acompaña en la misión, Dios va rompiendo la soledad del hombre. Dios nos mira siempre con amor acompañándonos. Dios no se desentiende del hombre: “Está´, “El que es,” El que está con nosotros…






lunes, 15 de enero de 2018

ABANDONO CONFIADO EN EL SEÑOR



El rey Balduino de Bélgica y su "abandono confiado en el Señor":

Las personas que estuvieron a su lado y lo conocieron, cuentan como confió la búsqueda de su esposa a Verónica O'Brien, una mujer irlandesa devota de la Virgen de Lourdes (y siempre fue de la mano de María), hablan de su determinación al decidir abdicar para no tener que refrendar con su firma la ley del aborto, de los sufrimientos compartidos con la reina Fabiola por la ausencia de hijos y del amor que puso en cada uno de sus actos públicos y privados.

Su pensamiento sobre la muerte El 15 de mayo de 1989 escribió esto en su diario: "En algunos momentos presiento que la muerte se acerca y no quisiera preocuparme. Ya sé que estoy en tus manos, que lo puedes todo y que me amas. Jesús, los Santos saben sufrir con alegría: yo te ofrezco mi incapacidad y mi nada." (El que es santo o justo para muchos no se siente a si mismo santo sino lleno de miserias e indigno de tal condición, que sólo Dios concede).
Y es que la doctrina del amor puro no se adquiere más que por la gracia Dios, y no por el propio esfuerzo. Dios instruye el corazón no por medio de ideas, sino por penas y reveses.

En su "abandono en el Señor" llegó a escribir en su diario cosas tan bonitas como estas:

-"Tengo que hacer aún muchos progresos cuando encuentro una pequeña cruz. Cada vez me coge desprevenido y no la reconozco, no la acojo, no la abrazo como si el mismo Jesús viniera a mi encuentro. Cómo me gustaría recibirle a Él con alegría y ternura! Y no volver a hacer carantoñas cuando siento un malestar. No cabe duda de que ando todavía lejos del Abandono a la Divina Providencia. Pero creo que mi Padre me lo quiere dar, de lo contrario no me favorecería con esas pequeñas miserias que ni los mejores médicos se explican."
-El 29 de diciembre de 1991, fiesta de la Sagrada Familia, Balduino escribía en su diario: "Jesús, perdón por el tiempo que he perdido durante estos días de descanso y de fiesta. Estaba algo preocupado, Señor, al ver que mis fuerzas iban disminuyendo con bastante rapidez. Cada día tenía una nueva molestia. Primero los hombros, luego la fuerte alergia, más tarde la nuca agarrotada. Parece que ahora todo ha vuelto a la normalidad. Jesús, enséñame a reconocer que todo lo recibo de Ti y a darte siempre las gracias por ello...Gracias Señor."
-Y ya el 9 de febrero de 1992, muy agotado por la enfermedad, escribe:

"Señor, enséñame a descansar en el seno de mi Madre y mi Reina y a permanecer en Él en el silencio interior y en el abandono total."

                                                                  



lunes, 8 de enero de 2018

¡SALVAR LAS ALMAS!



Fue en la catedral de S. Pedro. Un domingo, al finalizar la Misa en la que Teresa había recibido la Eucaristía, cuando cerraba el misal, se conmovió profundamente al ver una imagen de Jesús en la Cruz que se deslizaba de una de sus páginas


«Sentí un gran dolor al pensar que aquella sangre caía al suelo sin que nadie se apresurase a recogerla. Tomé la resolución de estar siempre, con el espíritu, al pie de la Cruz para recibir el rocío Divino que goteaba de ella, y comprendí que luego debería derramarlo en las almas… También resonaba continuamente en mi corazón el grito de Jesús en la Cruz: «¡Tengo sed!». Estas palabras encendían en mí un ardor desconocido y muy vivo… Quería dar de beber a mi Amado y yo misma me sentía devorada por la sed de almas… No eran todavía las almas de los sacerdotes las que me atraían, sino las de los grandes pecadores; ardía en deseos de arrancarlos del fuego eterno…»


                                        (Manuscrito A ,45 v°)


                                                                  


                                                                     




                                                                     

lunes, 1 de enero de 2018

MADRE DE DIOS, Y MADRE NUESTRA


   “He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra”

Es desde ese Fiat, hágase que Santa María respondió firme y amorosamente al Plan de Dios; gracias a su entrega generosa Dios mismo se pudo encarnar para traernos la Reconciliación, que nos libra de las heridas del pecado.

La doncella de Nazaret, la llena de gracia, al asumir en su vientre al Niño Jesús, la Segunda Persona de la Trinidad, se convierte en la Madre de Dios, dando todo de sí para su Hijo; vemos pues que todo en ella apunta a su Hijo Jesús.

Es por ello, que María es modelo para todo cristiano que busca día a día alcanzar su santificación. En nuestra Madre Santa María encontramos la guía segura que nos introduce en la vida del Señor Jesús, ayudándonos a conformarnos con Él y poder decir como el Apóstol “vivo yo más no yo, es Cristo quien vive .


 ¡Oh María, Madre mía, haz que sea

Semejante a Ti; que Tu corazón viva en 

el mío,que tu alma se refleje en la mía.

¡Dios y la Virgen les bendigan!

    
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